"Cuando llegué a Londres para trabajar, me sentí desamparada a la hora de encontrar un piso y de amueblarlo rápidamente, a mi gusto y de un modo económico", recuerda Adriana Velilla, de 24 años. Esta misma dificultad la experimentó su amiga Cósima Güell, de 26 años.
Juntas, han puesto en marcha el negocio Flat-a-Porter, que precisamente busca “ayudar a aquellas personas que disponen de poco tiempo libre o que estén de paso en una ciudad, así como a empresas financieras o inmobiliarias que necesiten ofrecer un servicio añadido al cliente”, explica Velilla.
Estas dos jóvenes españolas, una licencia en historia y la otra interiorista, practicamente sin experiencia en el sector inmobiliario, y con tan solo una idea de negocio, han conseguido lanzar un órdago al debilitado sector inmobiliario, creando una empresa que se encarga de amueblar un piso con estilo, a precios inferiores a ikea, en una semana, y sin las incomodidades de "participar" en el proceso, muchos de los que hayan estado en ikea alguna vez comprenderan lo que significa.
Su principal cartera de clientes son empleados de multinacionales, estudiantes de MBA´S, directivos de entidades financieras,etc, que por motivos de traslado, necesitan al llegar a la ciudad de destino, una vivienda de alquiler donde alojarse durante la estancia en el país. Para lo cual, "Flat-a-Porter", se anticipa a su llegada, localizando una vivienda y preparando todo el mobiliario para que su aterrizaje en la nueva ciudad sea liviano, y no tengan que dedicarse a la incómoda tarea de buscar piso, muebles,...
La compañía inició su andadura el pasado mayo y sus previsiones son más que ambiciosas. Para el primer ejercicio, estiman facturar un millón de euros y obtener un beneficio de casi 30.000 euros.
Es evidente, que en la situación que atraviesa el sector inmobiliario actual, solo con ideas innovadoras que no continúen por la senda de lo realizado hasta ahora, podrán ver algo de luz las compañías del sector en sus cuentas de resultado a final de año, y es que, la venta de viviendas lleva tres años en negativo, registrando durante el año 2009 una caida del 18%, y sin vistas a mejorar demasiado en los próximos meses.
